¿Por qué todo esteticista necesita un carrito de estética?
Si eres esteticista o estás pensando en iniciar tu propio negocio de estética, es muy probable que te estés preguntando si necesitas invertir en un carrito de estética. La respuesta corta es: ¡sí, definitivamente lo necesitas! Un carro de estética es una pieza de mobiliario imprescindible para cualquier profesional de la estética y la belleza.
Beneficios de tener un carrito de estética
Contar con un carrito de estética en tu centro de estética o para usarlo en tus servicios a domicilio te ofrece múltiples beneficios:
- Organización. Un carrito de estética tiene múltiples cajones, bandejas y compartimentos para guardar todos tus productos, herramientas y materiales de manera ordenada y accesible. Mantener tu equipo organizado en un mismo lugar te ahorrará mucho tiempo.
- Movilidad. Los carros de estética cuentan con ruedas y manijas para que puedas moverlo fácilmente por tu centro o llevarlo contigo a los tratamientos fuera de tu negocio. Podrás trasladar todo tu equipo de un lugar a otro sin esfuerzo.
- Higiene. Al mantener todos tus productos e instrumentos guardados en un mueble cerrado, evitas la exposición al polvo, la suciedad o posibles contaminantes.
- Profesionalismo. Un carrito de estética impecable te da una imagen de experto ordenado y profesional frente a tus clientes. Transmite organización y limpieza.
- Versatilidad. Los carros de estética se adaptan a todo tipo de tratamientos de belleza como massajes, depilación, manicura, pedicura, maquillaje, etc. Son una inversión para toda tu carrera.
- Ergonomía. Trabajar con un carrito que sitúe todos tus suministros al alcance de la mano reduce malas posturas y lesiones al no tener que estirarte continuamente.
Como puedes ver, hacerte con un carro de estética portátil para tu centro de estética o para trabajar a domicilio es toda una necesidad, no un simple capricho. Veamos más en detalle las características imprescindibles que debe tener un carrito de estética profesional.
Características de un carrito de estética profesional
A la hora de escoger un carrito de estética para tu negocio, es importante fijarse en ciertos aspectos y características que harán que sea funcional, cómodo y te dure muchos años. Toma nota de lo siguiente:
- Estructura de acero inoxidable. Lo ideal es que la estructura o esqueleto del carrito esté fabricado en acero inoxidable, un material higiénico, resistente a la humedad y fácil de limpiar. Esta sólida estructura le dará durabilidad.
- Ruedas resistentes y silenciosas. Opta por ruedas de goma o materiales que absorban ruido, de al menos 5 cm de diámetro. Las ruedas deben girar suavemente y contar con sistema de bloqueo.
- Cajones espaciosos. Elige un modelo con múltiples cajones de distinto tamaño, con suficiente profundidad y bien divididos en compartimentos. Necesitarás espacio para todos tus instrumentos y productos.
- Bandejas o repisas extraíbles. Las bandejas que se puedan sacar del carrito te permitirán preparar todo lo necesario para un tratamiento y llevarlo contigo fácilmente.
- Asas y manijas de impulso. Contar con asas frontales y traseras y una manija de empuje horizontal facilitará mover el carrito en cualquier dirección sin esfuerzo.
- Liviano. Aunque de construcción sólida, el carrito debe tener poco peso para poder trasladarlo sin dificultad. Los modelos de acero inoxidable cumplen este requisito.
- Materiales fáciles de limpiar. Tanto la estructura como los cajones y bandejas deben ser de materiales que se limpien fácilmente con productos desinfectantes. Esto mantendrá tu carrito libre de gérmenes.
- Dimensiones adecuadas. Elige un tamaño de carrito proporcional al espacio disponible en tu lugar de trabajo. Mide bien para que se mueva con comodidad.
- Diseño ergonómico. Busca un modelo cuyo diseño y altura te permita trabajar en posturas saludables para tu espalda y articulaciones. Evita encorvarte.
- Resistente y estable. Asegúrate de que el carrito sea estable y no tiemble o se mueva cuando lo empujes con normalidad. Debe soportar el peso sin problemas.
Si escoges un carro de estética que cuente con todas estas características, tendrás una herramienta de trabajo eficiente, segura y que te ayudará a ser más productivo. Ahora veamos los diferentes tipos de carros disponibles en el mercado.
Tipos de carros de estética
Existen algunos tipos o modelos de carros de estética profesionales entre los que puedes elegir el que mejor se adapte a ti:
Carrito básico de estética
Es el modelo estándar y más económico. Cuenta con entre 2 y 4 cajones de distintos tamaños para organizar materiales. Suele incluir también repisas o una pequeña encimera. Es ideal para esteticistas principiantes o con poco espacio de trabajo.
Carrito de estética completo
Son los carros más completos y mejor equipados. Cuentan con múltiples cajones y compartimentos para todo tipo de instrumentos, productos y materiales de estética. Incluye bandejas laterales y superiores. Es perfecto para centros de estética profesionales.
Carrito de estética portátil plegable
Es un modelo práctico para esteticistas móviles. Se pliega para guardar y transportar fácilmente. Tiene cajones, repisas y es muy ligero. Ideal para hacer tratamientos a domicilio.
Carrito auxiliar o carro para manicura / pedicura
Son carros más pequeños ideales para transportar lo necesario para servicios específicos como manicura y pedicura. Cuentan con espacio para los esmaltes y todos los instrumentos. Muy manejables.
Carrito de estética con calentador de cera
Lleva incorporado un calentador eléctrico de cera que mantiene la cera depilatoria a temperatura perfecta para su aplicación. Imprescindible para depilación.
Carrito de estética giratorio
Cuentan con una bandeja superior giratoria para acercar al cliente todo lo necesario durante el tratamiento sin necesidad de dar la vuelta al carrito. Muy útil.
Como ves, existen excelentes opciones de carritos de estética adaptables a cualquier necesidad y presupuesto. Asegúrate de comprarlos sólo en tiendas especializadas en mobiliario de estética para garantizar su calidad y funcionalidad.
Equipamiento imprescindible para un carrito de estética
Más allá del propio mueble con cajones y repisas, existe un equipamiento básico que no puede faltar en tu carrito de estética para que realmente sea funcional y te ayude en tu día a día como profesional.
- Contenedores herméticos para guardar productos líquidos y cremas sin que se derramen o estropeen.
- Divisores de cajones para organizar instrumentos pequeños.
- Bandeja con compartimentos para separar pinzas, tijeras, limas y otros utensilios.
- Soporte con ganchos para colgar paños, toallas, batas, etc.
- Dispensador de guantes desechables.
- Papeleras para residuos orgánicos e inorgánicos.
- Bandeja con tapa para depositar material desechable.
- Jarras o dosificadores para contener agua o lociones listas para usar.
- Calentador de cera si tu carrito no lo incorpora.
Con estos complementos tendrás un carrito 100% equipado y listo para usar. Mantenerlo ordenado y con todo a mano será tu día a día como profesional. ¡Manos a la obra!
Preguntas frecuentes sobre carritos de estética
¿Cuánto cuesta un carrito de estética básico?
Los precios de los carros de estética varían según sus características, pero puedes encontrar modelos básicos a partir de 150-200 euros aproximadamente.
¿Merece la pena comprar un carrito caro?
Sí. Al ser una herramienta de trabajo diaria que durará mucho tiempo, merece la pena invertir en un carrito de gama media/alta con materiales resistentes y funciones completas.
¿Puedo añadir accesorios a un carrito básico?
Sí. Existen muchos complementos como ganchos, bandejas extras, calentadores de cera, etc que puedes añadir fácilmente a cualquier modelo de carrito.
¿Es difícil mover y almacenar un carrito de estética?
No, si eliges un modelo con ruedas de alta calidad y un tamaño adecuado al espacio disponible. Los carros plegables son todavía más fáciles de guardar.
¿Sirve el mismo carrito de estética para trabajar en un centro o a domicilio?
Sí. La mayoría de modelos completos con ruedas y asas sirven perfectamente para usar de forma fija o trasladarlos a hacer servicios fuera del centro.