Planifica tu cavitación con éxito
La cavitación es un tratamiento estético no invasivo que se ha vuelto muy popular en los últimos años. Consiste en la aplicación de ultrasonidos de baja frecuencia que generan microburbujas en las células grasas. Esto provoca que las membranas celulares se rompan y el contenido de grasa salga de las células para ser eliminado de forma natural por el organismo.
La cavitación es ideal para eliminar acumulaciones de grasa localizadas y moldear ciertas zonas del cuerpo como el abdomen, los muslos o los brazos. Al planificar correctamente las sesiones, se pueden obtener excelentes resultados. En este artículo te explicamos cómo programar un tratamiento de cavitación para optimizarlo.
¿Cuántas sesiones de cavitación necesito?
El número de sesiones necesarias de cavitación depende de varios factores:
- Zona a tratar: las zonas más amplias y con más grasa acumulada requerirán más sesiones. Las zonas pequeñas y localizadas pueden necesitar menos.
- Cantidad de grasa a eliminar: cuanta más grasa haya, más tiempo llevará destruirla.
- Metabolismo de cada persona: un metabolismo lento eliminará la grasa liberada más despacio, necesitando más sesiones.
- Hábitos del paciente: llevar una dieta sana y hacer ejercicio acelerará los resultados.
Lo más frecuente es realizar entre 6 y 10 sesiones, con una periodicidad de 1 o 2 por semana. Es importante no tener prisa y respetar los tiempos recomendados por el especialista. Si se aceleran demasiado las sesiones no se consiguen buenos resultados.
Periodicidad: cada cuánto tiempo es recomendable
Lo ideal es dejar entre 3 y 7 días de descanso entre cada sesión de cavitación. Esto da tiempo suficiente para que el cuerpo elimine la grasa liberada antes de la siguiente sesión.
Al principio se suele empezar con una frecuencia semanal. Si la zona a tratar es pequeña, se puede aumentar a dos sesiones por semana. Pero hay que tener en cuenta que el organismo necesita tiempo para ir eliminando la grasa y adaptarse al tratamiento.
Muchos centros ofrecen sesiones muy seguidas o incluso dos en el mismo día. Esto no es recomendable, ya que la grasa liberada no da tiempo a ser eliminada y los resultados no son los deseados. Lo aconsejable es ser constantes pero sin acelerar en exceso el proceso.
Duración recomendada por sesión
Cada sesión de cavitación debe tener una duración de entre 15 y 40 minutos, dependiendo de la zona a tratar. Las más habituales son:
- Abdomen: de 20 a 30 minutos
- Muslos: de 20 a 40 minutos
- Brazos: de 15 a 20 minutos
- Glúteos: de 20 a 30 minutos
El especialista valorará el tiempo necesario en cada zona en función de la extensión y las necesidades de cada paciente. No es recomendable superar los 40 minutos de exposición a los ultrasonidos en una misma sesión.
Durante la sesión se aplica el cabezal de cavitación de forma continua y uniforme, insistiendo más en las zonas con mayor acumulación de grasa. Es importante no quedarse solo en los lados, sino trabajar toda la extensión.
Número de sesiones según la zona a tratar
A modo general, se recomienda el siguiente número de sesiones en función de la zona:
- Abdomen: entre 6 y 10 sesiones.
- Caderas y muslos: entre 10 y 15 sesiones.
- Brazos: entre 8 y 12 sesiones.
- Glúteos: entre 10 y 15 sesiones.
La cantidad final siempre dependerá del estado inicial y las necesidades de cada paciente. Cuanta más grasa haya acumulada, más tiempo llevará eliminarla.
Es importante ser realista con los resultados y no pretender eliminar en pocas sesiones grandes acumulaciones de años. Lo recomendable es ir poco a poco, con paciencia y constancia se llegan a los mejores resultados.
¿Cada cuánto tiempo repetir el tratamiento?
Una vez finalizado el tratamiento inicial siempre se recomienda hacer sesiones de mantenimiento cada cierto tiempo. Esto evitará que la zona tratada vuelva a acumular grasa.
La periodicidad ideal para las sesiones de mantenimiento es de una cada 1 o 2 meses. Esto permite conservar los resultados a largo plazo sin descuidar la zona.
Algunos centros aconsejan sesiones de mantenimiento más seguidas, cada 2 o 3 semanas. Pero no suele ser necesario si se siguen unos buenos hábitos de alimentación y ejercicio.
Es buena idea aprovechar estas sesiones de mantenimiento para revisar el estado de otras zonas y realizar pequeños retoques donde sea necesario.
Preparación de la piel antes y después del tratamiento
Para obtener los mejores resultados con la cavitación es importante preparar bien la piel antes y después de cada sesión:
- Exfoliar la zona el día anterior para eliminar células muertas y que la crema conduzca mejor los ultrasonidos.
- Aplicar una crema conductora o gel específico para cavitación que ayude a guiar las ondas.
- No aplicarse cremas o aceites que puedan interferir con la conducción de los ultrasonidos.
- Después de la sesión conviene darse un baño caliente para ayudar a eliminar la grasa liberada.
- Es recomendable hacer algo de ejercicio suave como caminar para activar el sistema linfático.
- Aplicar durante unos días una crema drenante para estimular la eliminación de líquidos y toxinas.
Seguir estos sencillos pasos antes y después potenciará los resultados de la cavitación.
Recomendaciones para mejorar los resultados
Además de planificar correctamente las sesiones, para optimizar la cavitación es importante:
- Hacer algo de ejercicio de forma regular, como caminar 30-40 minutos diarios. Esto acelera el metabolismo y la eliminación de grasa.
- Seguir una alimentación saludable y equilibrada, evitando alimentos procesados, fritos y azúcares.
- Beber abundante agua para favorecer la eliminación de líquidos y toxinas. Se recomienda al menos 2 litros diarios.
- Completar el tratamiento con un drenaje linfático manual para estimular la eliminación de grasas.
- Utilizar fajas reductoras durante algunas horas tras la sesión ayuda a eliminar los líquidos liberados.
- Descansar lo suficiente y tratar de evitar estrés, que dificulta la pérdida de grasa corporal.
Si se siguen todos estos consejos los resultados de la cavitación se verán notablemente mejorados y potenciados.
Posibles efectos secundarios y precauciones
La cavitación es un tratamiento muy seguro que rara vez presenta efectos secundarios, pero es bueno conocerlos para prevenirlos:
- Puede provocar una leve hinchazón tras la sesión que remite en pocas horas. Se puede aliviar con frío local.
- En ocasiones aparecen pequeños moratones por la rotura de vasos capilares. Desaparecen en unos días.
- Un ligero enrojecimiento de la zona tratada que se suele resolver en unas horas.
- Es normal tener una sensación de calor durante la sesión en la zona de aplicación.
- Hay que evitar aplicar la cavitación sobre heridas abiertas o piel dañada.
- No se aconseja en personas con trastornos circulatorios o de la coagulación. Consulte con su médico.
- Las embarazadas no suelen ser candidatas a este tratamiento.
Si se siguen las recomendaciones del especialista, la cavitación es un tratamiento muy seguro cuyos riesgos son mínimos.
Preguntas frecuentes sobre la cavitación
A continuación resolvemos algunas de las dudas más comunes sobre la planificación de los tratamientos de cavitación:
¿Se pierde peso con la cavitación o solo se remodela la silueta?
La cavitación no hace adelgazar de peso, solo remodela la silueta porque elimina la grasa localizada. Pero al eliminar volumen corporal, indirectamente puede hacer que se pierdan algunos kilos en la báscula.
¿La celulitis se elimina con la cavitación?
La cavitación no elimina directamente la celulitis, pero al eliminar la grasa localizada hace que visualmente disminuya la apariencia de piel de naranja. Se pueden complementar con otros tratamientos.
¿Cuánto tiempo se tarda en ver resultados?
Los resultados empiezan a notarse desde las primeras sesiones, pero son más visibles a partir de la cuarta o quinta sesión. Es un tratamiento progresivo, no ofrece resultados instantáneos.
Una vez finalizado el tratamiento, ¿la grasa puede volver a acumularse?
La grasa eliminada no se recupera, pero si se vuelve a ganar peso o llevar una mala alimentación, es posible que otras zonas comiencen a acumular grasa. Por eso es importante mantener hábitos saludables.
¿Duele la cavitación o resulta incómodo?
La cavitación no duele. Se siente calor en la zona de aplicación de los ultrasonidos pero no causa dolor. Algunas máquinas también llevan sistemas de enfriamiento simultáneo para mayor comodidad.
¿Se pueden tratar varias zonas a la vez en una sesión?
No se recomienda. Lo ideal es focalizar cada sesión en una sola zona para trabajarla a fondo. Alternar zona abdominal y piernas en sesiones separadas.
Como puedes ver, planificar correctamente las sesiones de cavitación es clave para conseguir los mejores resultados. Si sigues los consejos de este artículo podrás optimizar al máximo tus tratamientos.